
29
Epicentro N°1 - 2025. Ciencia - Tecnología - Innovación.
proporcionarecursos pesqueros esenciales, sirviendo como área de cría para especies comerciales
como camarones y peces, los cuales representan un aporte significativo para la economía panameña,
con un valor estimado de 86 millones de balboas anuales (Altamira, 2018). Adicionalmente,
elsecuestro de carbonoes uno de los servicios más importantes de estos ecosistemas, ya que los
manglares tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de carbono, superando incluso la
capacidad de los bosques terrestres, lo que los convierte en un aliado clave en la mitigación del
cambio climático(MiAmbiente, 2021).
A nivel económico, lavaloración de los servicios ecosistémicosdel Humedal Bahía de Panamá ha sido
objeto de diversas investigaciones. Se estima que los manglares dentro de este humedal aportan
aproximadamente 11,300 dólares por hectárea al año, considerando su papel en laprotección costera,
la captura de carbono y la provisión de hábitat para especies de interés comercial. En total, los
humedales de Panamá contribuyen con cerca de2,000 millones de dólares anuales a la economía
nacional, una cifra comparable a los ingresos generados por elCanal de Panamá(Altamira, 2018).
No obstante, a pesar de su alto valor ambiental y económico, estos ecosistemas enfrentanmúltiples
amenazas, incluyendo la expansión urbana descontrolada, la deforestación, la contaminación por
aguas residuales y la sobreexplotación de recursos pesqueros, factores que han causado una
disminución alarmante en la cobertura de manglares y en la biodiversidad del humedal (MiAmbiente,
2021). Además, elcambio climáticorepresenta un desafío adicional, con impactos como elaumento
del nivel del mar, alteraciones en los regímenes hidrológicos y mayor acidez oceánica, los cuales ponen
en riesgo la estabilidad ecológica del humedal y la viabilidad de sus funciones ecosistémicas en el
futuro (WWF, 2023).
Desde su designación como sitio RAMSAR, el Humedal Bahía de Panamá ha sido objeto de
diversas medidas de manejo y conservación para garantizar su protección y sostenibilidad a largo
plazo. Una de las principales acciones implementadas ha sido su reconocimiento comoárea protegida
bajo la Ley N° 39, lo que establece un marco normativo para su gestión y conservación. Además, su
inclusión en la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras ha permitido consolidar esfuerzos
internacionales para la protección de las especies migratorias que dependen de este humedal.
Para abordar las crecientes presiones sobre el ecosistema, se ha propuesto unplan de manejo integral,
el cual abarca los distritos dePanamá, Chepo y Chimán, con el objetivo de restaurar y conservar los
ecosistemas terrestres y marinos del humedal (MiAmbiente, 2021). Este plan enfatiza laparticipación
comunitaria, promoviendo la integración de las poblaciones locales en actividades de educación
ambiental, monitoreo de biodiversidad y desarrollo de prácticas productivas sostenibles, lo que
permitirá equilibrar la conservación del humedal con el desarrollo socioeconómico de la región (WWF,
2023).
A pesar de los esfuerzos realizados, laefectiva aplicación de las políticas ambientalessigue siendo un
desafío importante. La falta de recursos financieros y técnicos, así como la presión de intereses
económicos relacionados con eldesarrollo inmobiliario y la explotación de recursos naturales, han
limitado el alcance de las estrategias de conservación. Ante este panorama, es fundamental fortalecer
lagobernanza ambiental, asegurando el cumplimiento de las normativas existentes y fomentando la
cooperación entre el gobierno, la comunidad científica, organizaciones no gubernamentales y la